De restaurantes
La Tasquita de Enfrente
Calle Ballesta, 6
Madrid
Cocina de mercado con productos selectísimos
¡Al fin he probado La Tasquita de Enfrente! Hacía mucho tiempo que quería conocer su renombrada exquisitez culinaria pero las escasas ocho mesas del local convertían mi intento en una labor casi imposible. Para visitarlo es necesario reservar con muchos días de antelación no sólo por su tamaño sino también porque su cocina se ha convertido en una especie de Capilla Sixtina para los amantes de la gastronomía que rinden culto a la excelencia del producto.
El establecimiento es propiedad de Juanjo López, quien recientemente abrió el Mui, dedicado a la tapa de calidad y también ubicado en la calle Ballesta, en el barrio Triball -cerca de Gran Vía-. La Tasquita de Enfrente tiene una clientela distinguida y exigente que reincide y ha hecho de este restaurante un sitio de referencia.
El espacio consta de un largo pasillo escoltado por una barra que conduce al comedor. Acogedor, recibe a los clientes con un aire íntimo que recuerda una casa, sensación que se incrementa cuando nos damos cuenta de que la única carta está en la puerta. El maître asiste a cada mesa para rezar los platos que, en su mayoría, se ofertan en función de la temporada y de lo que se compra diariamente en el mercado. Los precios se desconocen hasta la hora de pagar, un riesgo ineludible si no se quiere prescindir del supuesto glamour para preguntar por ellos.
La oferta es más bien corta pero la especificidad con que se describe es, desde el principio, una garantía del cuidado en su selección. Abrimos la velada con un singular paté de morcilla con calabaza para untar en focaccia (pan plano con aceite de oliva), un buen abrir de boca. Seguimos con una especialidad de la casa de fama renombrada: la ensaladilla rusa con erizos del mar. Buena pero menos impactante de lo que pensaba dio paso a unos inolvidables cardos rojos estofados con alcachofas fritas y trufa sobre un caldo tibio que, a medida que pasan los días, concibo como lo más sabroso que he probado en mis últimos meses de incursiones gastronómicas.
Entre otras opciones de entrantes destacan la calidad inestimable de las almejas salteadas a la marinera, la célebre hamburguesa de carabineros, los pulpitos salteados, las colmenillas con crema de foie y nata y los berberechos al vapor con sake y salicornia.
Como segundo plato probamos la raya a la mantequilla negra con alcaparras. Un pescado de mares fríos y templados que no tiene una tradición gastronómica demasiado extendida en España –al contrario que en Francia- pero al que este local le ha sacado el máximo partido. La receta de Juanjo es heredera de la usanza gala, la raie au beurre noir (raya con mantequilla negra), que hoy en día se realiza con beurre noisette (mantequilla avellana o morena), nombre que hace alusión al color y al sabor de la emulsión al derretirse. El resultado es un auténtico majar, perfectamente presentado y cocinado.
Estábamos seguros de que los siguientes platos no conseguirían eclipsar al pescado pero llegó a nuestra mesa la carrillada de ternera. Suave, suntuosa y sabrosa conquistó nuestro paladar. Otros platos principales que merece la pena probar son la ventresca de atún al horno con pisto, las cocochas de merluza rebozadas y las especialidades de caza (pichón de bresse, becada...), con perdón del Horcher.
La oferta de postres, también corta y deliberadamente tradicional, incluye una torta de un pueblo de Valladolid, la torrija (el postre más famoso del local que en esta ocasión es horneada) y un tiramisú de castañas sublime.
La carta de vinos muy acertada por su despliegue de una buena selección de caldos españoles y franceses y de champagnes y vinos dulces de varios países.
Mi experiencia en La Tasquita de Enfrente ha resultado interesante y placentera aunque algo desorbitada por los precios -unos 80 a 90 euros por comensal-. La atención al cliente a la altura de la cuenta, sin caer en la pose estirada de muchos restaurantes de este nivel y que resulta peculiar por Abraham, un encargado a quien muchos confunden con Boris Izaguirre y que merece la pena conocer.
Una visita recomendada siempre y cuando se aprecie la calidad extraordinaria de la materia prima por encima de la variedad y el exotismo.
Solo de leerlo se me hace la boca agua.
ResponderEliminarMe encanto probarlo y lo haré nuevamente
Gracias por tus sugerentes recomendaciones
Muy ameno tu artículo y muy apetecible la recomendación. Espero que pronto recomiendes otro de los lugares en donde los poco glamorosos podamos pedir la cuenta antes :-) sin sustos. Enhorabuena
ResponderEliminarComo siempre Sybaris en el centro del huracán gustativo. Me encanta tu blog. Felicidades y una pregunta ¿Has estudiado cocina, verdad?
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog, por qué no escribes una crítica cada semana?
ResponderEliminar¿Para cuándo post sobre tiendas gastronómicas? Estupendo tu blog
ResponderEliminarMe ha encantado este nuevo post.
ResponderEliminarGracias por recomendar un sitio donde preparan la raya al estilo francés. saludos y felicidades por el blog
ResponderEliminarNos encanta la sección de Eventos nos permite estar al día, gracias a tu blog hoy nos vamos al Salón de Gourmets. Sabes si la exposición del Bodegón al Porn Food llegará a Madrid
ResponderEliminarA mi no me gustó tanto La Tasquita de Enfrente. Me invitaron y me pareció muy clásico. Me gustan apuestas más exóticas pero he de reconocer que a los cuatro que compartieron la mesa les resultó buenísimo aunque un poco caro.
ResponderEliminarCIAO
ResponderEliminarHace mucho tiempo que no como raya (es hora de cambiar esto). Cuando lo hice, fue tambien preparada con mantequilla... sino no hubiera sido francesa la receta. Es de una textura muy fina. Te felicito Maria por tu investigacion.
ResponderEliminarLos alimentos son de gran calidad y servidos amablemente en la mesa.
ResponderEliminarGracias por recomendarnos este lugar...
Sólo recomendaría una carta un poco más extensa para poder repetir más frecuentemente. Un 10 para este sitio.
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